Hace un tiempo hablé de lo que era sonreír. Ahora soy mucho más consciente de la importancia tan grande que tiene el sonreír. Pase lo que pase, en cada momento de la vida, triste o alegre, ponte delante del espejo y sonríe. Sonreír a diario, te lo cambia todo. Cuanto mayor tristeza haya, más sonriente tiene que estar nuestro rostro. Es un bálsamo de dulzura para nuestra vida.
EJERCICIO
Visualiza un campo lleno de sonrisas. A continuación, explota todo e imagina que se diluye en cristalitos de colores que se meten por tus orificios nasales. Se está metiendo oxigeno puro. Lo ideal es hacerlo durante 30 días seguidos y, de esa manera, tu rostro va a ir cambiando a una mayor dulzura.
Ánimo y a por ello.