Para mí, la fantasía es lo opuesto a nuestra realidad, porque la distorsiona totalmente. Es el enemigo publico de éste planeta. Es vivir la vida a medias. Y la mayor fantasía del ser humano es querer ser perfecto.
En la fantasía lo primero es que yo me miento y luego lo lanzo al mundo. El componente más profundo de la fantasía es el autoengaño y éste es el más difícil de detectar en uno mismo, es más profundo que la fantasía.
Un ejercicio muy importante para ir colocándonos en nuestra realidad, es pisar tierra literalmente, visualizando que de nuestras plantas de los pies, salen raíces gruesas de color marrón y que van a lo más profundo de la tierra.
Y otro ejercicio estupendo que os propongo, es bailar descalza al ritmo de la música africana o de tambores, como si estuvieras tocando un tambor con tus pies.